Aunque la cinta adhesiva es un material de uso común en oficinas, almacenes y hogares, muchas veces no se le da la importancia que merece al momento de almacenarla. Conservarla en las condiciones adecuadas garantiza su durabilidad, mantiene su poder adhesivo y evita desperdicios. A continuación, te explicamos la forma correcta de almacenar la cinta adhesiva para que esté siempre lista para usarse en óptimas condiciones.
1. Almacenamiento en lugar fresco y seco
El adhesivo de la cinta es sensible a los cambios de temperatura y humedad. Se recomienda almacenarla en un espacio con una temperatura estable, entre 15°C y 25°C, y alejada de fuentes de calor o humedad. Ambientes húmedos pueden deteriorar el pegamento, mientras que el calor excesivo puede provocar que se derrita o se vuelva pegajosa al tacto.
2. Alejada de la luz solar
La luz solar directa puede endurecer el adhesivo o hacer que se despegue del soporte plástico o de papel. Por eso, es importante guardar la cinta en un lugar oscuro o en su empaque original, lo que también la protege del polvo.
3. Posición adecuada
Aunque parezca un detalle menor, almacenar los rollos en posición vertical (de canto) ayuda a conservar su forma y evita que los bordes se deterioren o se contaminen con polvo. Esto también evita que se aplasten si se colocan otros objetos encima.
4. Evitar el polvo y los residuos
El polvo, la grasa o cualquier residuo pueden afectar la capacidad de adherencia de la cinta. Guardarla en su empaque original o en bolsas herméticas ayuda a mantenerla limpia y funcional durante más tiempo.
5. Rotación y uso por antigüedad
Si se tiene inventario de varios rollos, lo ideal es aplicar el principio “primero en entrar, primero en salir” (PEPS), utilizando primero las cintas más antiguas. Así se evitan pérdidas por vencimiento o deterioro del adhesivo.